Los usuarios acceden a los remises puerta a puerta confiados de que es un mejor servico que el que ofrecen los colectivos. La velocidad y comodidad son fundamentales.
Pero lo que muchos usuarios no saben es qué:
Al no estar controlados, estos remises estan eximidos de contratar los servicios de las aseguradoras que la Agencia Provincial de Seguridad Vial autorizan para los vehículos destinados al transporte de pasajeros.
Si bien estos remises pueden contar con un seguro común que le cubra daños a terceros y el pasajero sería un tercero transportado, por lo que le cubriría el seguro, a la hora de un siniestro a la aseguradora le resulta muy fácil demostrar que se trataba de un remis y que estaba ofreciendo un servicio por lo que automáticamente se desentiende del siniestro. Esto hace que la responsabilidad caiga en la empresa, pero la empresa al ser solo un nombre, no estan registradas, tampoco se hace responsable. Finalmente la responsabilidad cae sobre el dueño del vehículo pero muchas veces, el servicio está terciarizado, es decir el dueño del auto es el mismo chofer que tuvo el accidente y pasa a ser un damnificado por lo que, todos los gastos del pasajero corren por cuenta de cada uno y luego se podrían iniciar acciones legales pero eso lleva muchísimo tiempo. (Escrito con el asesoramiento del abogado Roberto Enrique López)
Además de no contar con el seguro, los remises pueden transitar sin la revisión técnica obligatoria (Todos los vehículos pueden viajar sin esta revisión debido a que no existe control en estos 200 km de ruta). Por lo que los remises pueden no estar en condiciones técnicas para viajar.
Si bien al no existir controles cualquiera que circule por la ruta 33 entre Venado Tuerto y Rosario puede viajar sin seguro, sin Revisión Técnica y hasta sin Carnet. Los usuarios, al desconocer que no estan registrados estos remises, confían en que estos vehículos estan en totales condiciones de viajar, es decir, no saben que nadie los controla.